El 21 de octubre corrimos una carrera de esas épicas: ¡La nocturna de Toledo!
Hacía ya dos años que Pedro Cobo nos animaba a todos los de equipo de corredores que nos acercáramos a correr esta bonita carrera. Por un lado por el encanto de correr por la noche y por otro lado, por lo impresionante que es la ciudad imperial por la noche. Además este año tenía el aliciente de hacer una barbacoa después, para cenar, organizada por Antonio Nieto.
Salimos de Tajamar a las 18:00 los Escribano, los Del Campo, los Cabrera, Chiqui y Álvaro Gil. Sobre las 19:00 estábamos en Argés, en la casa de Pedro. Después de dejar las bolsas de la ropa y de recibir los ánimos de Marta e hijos, nos fuimos a Toledo capital. Estuvo difícil aparcar, pero lo conseguimos en un parking. En ese momento nos dividimos por un lado los del 5000 y por otro lado los del 8000. A las 20:30 fue la salida del 8000 y a las 20:50 la del 5000.
Y empezamos la hazaña: “conquistar” Toledo subiendo sus rampas interminables. En seguida comenzaron las calles adoquinadas y estrechas, cuesta arriba. Y la verdad es que se hizo duro, ya que al girar cada calle te hacías la ilusión de que pararan las cuestas. Y la verdad es alguna bajada hubo, pero sobre todo cuestas, cuestas y cuestas.
A las 21:30 habíamos llegado todos y nos dispusimos a coger el coche para ir a cenar. En un mirador hicimos una parada para contemplar la espectacular vista de las ciudad iluminada en la noche, en la que resaltaba la catedral y el Alcázar. Nada más llegar a casa de Pedro nos dimos un baño tonificante en la piscina y cenamos gracias a Antonio.